observan mis pasos mientras
camino por este campo de batalla.
No son más que miradas perdidas
en el limbo encargadas de perturbar
mi andadura.
No quiero mirarles a los ojos,
no debo,
no puedo,
se adueñarían de mis pasos
arrastrándome a su delirio.
Camino por este campo sembrado
de lágrimas y sangre.
No miro atrás, me muestro ajeno
a esos ojos inquisitivos que claman
mi alma.
He de sobrevivir a este campo de batalla....... sobreviviré a tu recuerdo.
Ana Martos - Junio 2014.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar