sábado, 17 de marzo de 2012

SI MIS MANOS


Si mis manos
hubiesen tenido
la gracia,
de poder 
parar el tiempo,
lo hubiese
parado aquel día,
que me diste
tu último beso.

Con ello
me hubiese 
quedado atrapada,
entre tus brazos
y el deseo;
entre dos almas
que se amaban,
entre susurros
y sueños.

Pero mis manos
no tuvieron
la gracia,
de poder 
parar el tiempo...
y me diste
tu último beso
y se fugaron
todos mis sueños.

Nuestras almas
se separaron
y nuestro amor
no fue eterno;
y hoy vivo
en el recuerdo,
de haber querido,
parar el tiempo.

Ana Martos - Febrero 2012.

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