No es más que tierra árida,
tierra muerta que germina soledad...
Otoño inexistente para arropar
de hojas el lecho desnudo.
Primavera ausente de savia y
sangre que cubra su cuerpo.
No hay agua que calme su sed,
que rocíe y empape sus entrañas
y geste la dicha.
No hay luz que acaricie su rostro,
fuego que arda en el alma y
revele la vida.
No es más que tierra árida,
tierra muerta que germina soledad...
Ana Martos - Septiembre 2015.
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