Más allá de lo irreal, de mis palabras,
de mis fragmentos, de mis versos.
Más allá de las tinieblas y de las sombras
que envuelven mi ser.
Más allá de mis noches de delirios,
de este veneno que corre por mis
venas y sacia mi sed; de la armadura
que viste mi alma... más allá de tu memoria.
En esta guarida de lágrimas e ira,
de pasión y ardor; no es mi corazón
el que habla, sino la fortuna del destino.
Más allá de mi andadura... hallarás mi
camino.
Ana Martos - Septiembre 2017.
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