domingo, 23 de septiembre de 2012

ACARICIANDO UN RECUERDO


     El coche derrapó y a punto estuvo de salirse de la carretera por tercera vez en esa
noche, y es que había noches, que su adicción le hacía ser un mero títere al volante.
Se había convertido en un adicto a la tristeza, pero no a una tristeza cualquiera, si no
a esa que rasga el alma, resignándote a un solo final.
A veces, muy a menudo, los recuerdos se hacían patentes y en su mente aparecía ''ella''.
''Ella'', dibujada a carbón, en un trazo simétrico y esbozando pinceladas de momentos vividos
de una realidad ya perdida. Ahora, lamía sus propias heridas, aquellos recuerdos era lo 
único que le quedaban de ''ella''.
Vivía entregado a la tortura, martirizándose bajo el dolor de lo vivido, sumergido en una 
etapa de su vida sin poder desprenderse de ella; acariciando recuerdos, ¿ de qué le servía
resucitar el pasado ?... y revivir aquel volcán de sentimientos que compartió junto a ''ella'',
aquel fuego intenso, aquella lava ardiente que corría por sus venas, y que ambos sofocaban
bajo la chispeante llovizna de sus cuerpos entrelazados.
Tanto dolor y tanto tormento y más sabiendo que fue él, el único culpable de que todo aquello
hubiese acabado. Sabía que ''ella'' era la mujer perfecta para él, y aún así, amándola como la
amaba y sintiéndose amado, no podía reprimir un vacío entre ellos.
Una mañana, aún yaciendo sus cuerpos entre las sabanas, le dijo, que se había dado cuenta
que todo aquello no tenía sentido y que lo mejor era, que solo fuesen amigos. Quería volver
a sentirse liberado, no comprometido, recuperar su independencia, protegerse de una vida
compartida.... quizás, solo era miedo.
Ahora, añoraba una realidad perdida, la vida que un día tuvo.

La indeferencia de ''ella'' le consumía las entrañas... quería recuperarla, al menos ser amigos,
pero el aislamiento que ''ella'' le mostraba como si nunca hubiesen sido nada, como si nunca se
hubiesen conocido, le destrozaba el alma.

Mientras lamía sus heridas en la cuneta de aquella carretera secundaría, pensaba...
ahora, que sería de él sin ''ella''....



Ana Martos - Septiembre 2012.

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