.... Y las huellas me muestran tu huida, tus pasos quedaron tallados en la impoluta nieve,
y así, dejar constancia que no ha sido un mero sueño, y que realmente te marchaste para
no volver.
Mis sábanas lloran tu ausencia, se muestran frías sin el calor de tu cuerpo... y mi alma, ella
vaga entre cuatro paredes intentando no enloquecer.
Somos náufragos de este amor, en un océano de pasión donde se ahogaron los sentires
que creímos eternos.
Éramos dos corazones errantes que se encontraron sin querer y hallaron la magia del sentir,
del deseo... ahora, mi corazón vagabundea por la desdicha de tu partida. Murió la lealtad,
el juramento; tus palabras cayeron en el vacío de los recuerdos, se las llevó el viento de esta
gélida madrugada cuando partiste hacia otro destino.
Quisiera haber muerto en tus brazos, exhalar el último suspiro junto a ti, y así, no tener que
padecer este tormento, este dolor que me desgarra las entrañas y me rompe en pedazos...
Las huellas en la nieve me muestran tu huida, un final sin retorno... serán borradas, pero las
que dejaste en mi alma, esas, eternamente, quedarán grabadas.
Ana Martos - Octubre 2012
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